Las curativas Aloes

Pues sí, de pequeño yo creía que sólo había un tipo de Aloe, la Aloe Vera, pero hay más! por lo menos en mi casa la gata grande tiene unas cuantas, y supongo que habrá muchas más. Aquí os presento con las que convivo:









Aloe Vera:

Aloe Arborescens:

Aloe Humilis:

 Aloe Jacunda:

Aloe Aristata:

Aloe (aun sin apellido):

Aloe dichotoma:

Aloe variegata:

Aloe aculeata:

Cuidados...

Las aloes necesitan de un clima templado para poder desarrollarse correctamente. Si se tratan en zonas frías, hay que protegerlas en los inviernos, ya que no soportan temperaturas por debajo de los 5-8ºC. Así como protegerlas de las lluvias y riegos abundantes, en seguida presentarán podredumbres en sus hojas y morirán.
Su temperatura ideal de crecimiento ronda los 20-24ºC.

Soportan muy bien las sequías, pero como ya hemos comentado, los encharcamientos no los toleran en absoluto. Os preguntareis como viven en su habitat natural... pues es sencillo: en pendientes muy bien drenadas y jamás en valles o lugares donde se pueden producir inhundaciones.

RIEGO
En las estaciones de primavera o verano, deben regarse con cierta cautela, no en exceso y con cuidado de no mojar las hojas, ya que se puede quedar estancada en las hojas y llegar a podrirse. Lo ideal es no regar hasta que el sustrato esté completamente seco. Nunca dejar en su plato-bandeja agua acumulada.
En todo el invierno no recibirán riegos, hasta que no empiece primavera de nuevo (siempre gradualmente). En otoño igualmente, iremos dejando de regar poco a poco.

Si se cultiva con objetivos terapéuticos, se aconseja no regar 8-10 días antes de su recolección, ya que así tendremos sus principios activos más concentrados.

REPRODUCCIÓN
Es tan simple como observar su base. Los hijuelos salen ellos solitos alrededor de la planta madre. Sólo tendremos que retirarlos con un cuchillo afilado y limpio (desinfectado) y esperar unos 2-3 días para que se seque el látex que supuran (impide que enraice). Pasados estos dias, los colocamos en arena hasta que echen raíces. Así se mantendrán siempre húmedos. Una vez que enraicen, ya los podremos transplantar a una maceta y tratarlos como plantas adultas.